¿En qué consiste el estudio?
El estudio aborda los esquemas de incentivos e impuestos actualmente vigentes en Uruguay vinculados a la movilidad. Se analiza su interacción y coherencia, buscando identificar particularmente aquellos incentivos, subsidios e impuestos que puedan desincentivar la adopción de vehículos más sostenibles (con baja o nula emisión).
¿Cómo se implementa?
La consultoría desarrolló un marco conceptual y de referencias bibliográficas sobre esquemas de incentivos económicos e impuestos vigentes relativos al transporte y la movilidad urbana, basándose en experiencias internacionales de referencia, dentro del marco conceptual de “evitar, cambiar, mejorar”.
Comparativamente, se analizó la fiscalidad e incentivos de todos los vehículos que se usan actualmente en Uruguay para el transporte de personas y de carga, en todos los usos posibles que tiene cada uno: transporte privado, taxis/apps, transporte de cargas, transporte colectivo de pasajeros, entre otros.
Para este trabajo se realizaron entrevistas a personas calificadas y de instituciones referentes de la temática en el país.
La consultoría también aportó cálculos y simulaciones bajo distintos escenarios para comparar costos totales de propiedad (CTP) de vehículos eléctricos en relación a los de combustión equivalentes, para los usos que fueran relevantes en cada caso.
Principales conclusiones
El trabajo concluye que en Uruguay existe una serie de instrumentos alineados con el componente “mejorar”, destinados a lograr una mayor utilización de vehículos menos contaminantes y, en menor medida, herramientas enfocadas a “cambiar y evitar”. Propone además algunas líneas de trabajo de modificación de estos esquemas para profundizar su alineamiento con los objetivos de sostenibilidad.
En ese sentido, el IMESI actual constituye una aproximación a incentivar los vehículos menos contaminantes, ya que a mayor cilindrada mayor tasa de impuesto, lo cual es un proxy de las emisiones. En el futuro, en la medida que el etiquetado de eficiencia energética para vehículos se implemente para todos los vehículos nuevos, el IMESI podrá tomar directamente las emisiones como factor sobre el cual se fije la tasa.
Actualmente, aunque los vehículos eléctricos pagan sustancialmente menos IMESI que los de combustión, tienen una tasa más alta que los híbridos, por lo que el trabajo propone disminuir la tasa de los eléctricos respecto a los híbridos a corto plazo. Por otro lado, dentro de los automóviles a nafta, el estudio muestra cómo las distintas tasas de IMESI inciden en forma relativamente menor en la variación del precio final, por lo que sugiere un rango más amplio de tasas dentro de los vehículos con ese combustible para acentuar los incentivos a la eficiencia. Respecto a los usos se puede concluir que con el fin de promover ciertos sectores, como los vehículos en alquiler, o taxis, al descontarles el IMESI no se favorece el recambio a tecnologías menos contaminantes. Igualmente, respecto a los ómnibus, se comprueba que los subsidios asociados al consumo de combustibles no promueven el recambio de la flota por tecnologías menos contaminantes como los ómnibus eléctricos.
Considerando la patente de rodados, la alícuota sobre la que se calcula es menor para los vehículos eléctricos que para los de combustión, lo cual está alineado con el enfoque “evitar, cambiar, mejorar”. Sin embargo, la patente de monto fijo para los vehículos antiguos no está alineada con el principio “mejorar”, ya que tienden a emitir más.
El estudio ahonda en el análisis de otras tasas e impuestos a la importación, así como también sobre otros factores como los peajes o combustibles. Aporta además comparaciones de costo total de propiedad (CTP) para distintos tipos de vehículos y uso según si son a combustión, híbridos o eléctricos. En este sentido, al analizar los CTP en la vida útil de los vehículos, se puede ver que actualmente para el uso particular el costo todavía no es competitivo, aún considerando las reducciones de impuestos vigentes. Sin embargo, para usos intensivos como taxi o reparto, el CTP ya es competitivo e incorporar vehículos eléctricos es rentable para las empresas. Esto es también válido para los ómnibus si se comparan los CTP sin subsidios o con subsidios para los dos tipos de buses.